lunes, 2 de abril de 2012

EL ARROYO SANTA LUCÍA EN 1950


El arroyo Santa Lucía en 1950 y el puente que permitía llegar a la Escuela 32.


Por: Roberto Antonio Lizarazu

Todos sabemos que nuestro pueblo se encuentra ubicado sobre la margen derecha del río Uruguay y que él constituye uno de nuestros más preciados  afectos.

Pero además nosotros los montecasereños, en otros tiempos teníamos nuestro arroyo privado. Un arroyo personal y propio, a la vista de todos los vecinos en el medio de nuestro pueblo. En esa época en 1950, el arroyo Santa Lucía y la actual calle Juan Perelló,    eran la misma cosa.

El Presbítero Juan Perelló y Ferrer ya había fallecido el 26 de septiembre de 1946 y el arroyo y la calle que lleva su nombre, eran lo mismo y cruzaban el pueblo siguiendo la pendiente de las aguas de Sur a Norte.

Pero además era un arroyo con puente y todo. En la intersección de la calle 2 de Febrero  y el arroyo-calle Santa Lucía-Juan Perelló, había un hermoso puente de madera que cruzaba de vereda a vereda desde la Farmacia Anglo Argentina hasta la vereda de enfrente. (1)

Como yo concurría a la Escuela 32, ese paso era el obligado para ir de casa a la escuela.  Que diversión representaba para mí cruzarlo de ida y regreso, lo que hacía mucho más amena la concurrencia a la escuela. Cuando llegábamos a la escuela, antes del comienzo de las clases  nos daban de almorzar. Las maestras, entre ellas mi madre y mi hermana Lupe, servían un locro de rechupete con galleta del día. Todo se servía a discreción. Yo por supuesto comía dos veces, una en casa de compromiso antes de salir; y otra cuando llegaba.

Unos minutos antes de servirse el almuerzo y cuando ya las ceremonias escolares de ingreso habían sido cumplimentadas, llegaba la jardinera de la panadería de Zabala trayendo dos bolsas aun calientes de las galletas más sabrosas que alguien pueda imaginarse, dando paso desde mi punto de vista infantil,  al inicio del verdadero día escolar, la locreada. 

Siempre agradezco a Dios y a mis padres  el haber nacido y pasado mi infancia en Monte Caseros. Que de circunstancias favorables que se me dieron para comenzar a vivir y pasar la infancia. Que maravilloso país que era el nuestro en ese momento. Era todo demasiado bueno para ser perdurable.


(1) Por donde pasaba el Santa Lucía, en 1950, la calle se llamaba Juan Perelló, y al principio esta calle se llamaba Jujuy. En relación a la actual Mendieta,  como en la esquina con la actual Avenida del Libertador, estaba la Usina de Balbi,(1930) se llamó Edison, por Thomas Alba Edison, luego se llamó 2 de Febrero y en la actualidad Mendieta, pero siempre es la misma calle, lo que cambian son los gobiernos y los irrespetuosos de nuestra tradición, que confunden progreso con el cambio de los nombres de las calles.

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