lunes, 18 de octubre de 2010

La Heladería de Pililo

Por: Roberto Antonio Lizarazu


En las décadas del 40 y del 50, funcionaba en la calle Colón en la vereda par entre el 1000 y el 1100, la ""Heladería de Pililo". Lugar de reunión obligada de las noches de verano, donde después de la cena, las familias se reunían en las mesas colocadas en el veredón de la heladería a saborear los helados, que para mí, fueron los más sabrosos de mi vida.


Durante el día se especulaba, si habría luz o si no habría luz, para ver si a la noche se podía ir al Cine o a lo de Pililo. La noche perfecta resultaba cuando se podía hacer doblete. Cine y helado.


Como todo el servicio de la heladería era al aire libre, (incluso en noches de verano yo concurrí al Cine de Gorbeña a ver películas que se proyectaban con las sillas ubicadas al aire libre en la cancha de pelota que estaba a metros del Cine) su consumo no era nada fácil.


Un espectáculo aparte resultaba la competencia de defender el helado de los bichitos de luz y de otros insectos nocturnos voladores, como los taca taca, que realmente eran verdaderos kamikaze.


Los manotazos defensivos lanzados al aire eran parte del sabor especial de esos inolvidables helados casereños. Reitero los más sabrosos de mi vida.

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